Daegon

Buenos días (para quien haya dormido. Yo, llevo desvelado desde las cinco de la mañana).
Ayer, hablando con Maria Barragán (Aura), le comenté que había regresado al mundo de el arbitraje rolistico (que tenia abandonado desde junio del año pasado, después de cogerlo de manera bastante irregular hace cosa de dos años). La conversación finalizó con algo así como “pues ya iras publicando en el diario como va la cosa”.
Lo cierto es que tenía planeado desde hace un par de semanas el hacer una especie de resumen dramatizado de lo que había pasado en las ultimas partidas, para intentar que aquellos que no acaban de entender que es una partida de rol lo vieran de una manera un poco mas clara.
Pero ha pasado lo de costumbre. ¿Por donde empiezo?.
Porque hay tantas historias pasadas que se han ido entrelazando con esta, que para que la cosa quedase medianamente clara, me habría llevado mucho tiempo el escribirla.
Así que he decidido unir la vena biográfica de este weblog, con una nueva vertiente histórica de Daegon. Simplemente, voy a responder a esas preguntas que me hubiera gustado que me hiciese la gente, pero que nunca me habéis hecho, mamones.

La cosa comenzó hace muchos años, tantos como quince o dieciséis. Yo ya había comenzado a arbitrar. Había dirigido partidas de Star Wars, AD&D, y alguna ocasional de La llamada de Chtulhu (un par durante clase de dibujo en Beriain). Ya por aquel entonces me rondaba por la cabeza lo que sería el germen de lo que llegaría a ser Daegon. En un principio, lo llamaba Demon World (lo cual tiene gracia, porque Roberto ha llamado así mas de una vez a Daegon). El nombre en si, leído ahora mismo, me parece bastante chorra, pero en aquel entonces, parecía como que si dices las cosas en ingles, como que sonaban mejor.
Pues bien, Carroza (un amigo del instituto, que tenía ordenador) me hizo un “logo” que era básicamente el nombre, con un tipo de letra que parecían troncos de árbol. Incluso llegue a arbitrar una partida en aquel “mundo”. No tenía nombres, no tenía ciudades, no tenía ni siquiera un mísero dibujo que se asemejara a un mapa. En mi mente solo tenia un concepto muy básico. Había cuatro señores en aquel mundo, ellos gobernaban el mundo. Había tres malos y uno bueno. Hacía mucho tiempo, los malos habían traído razas de otros planetas hasta aquel para jugar con ellas, y el bueno se dedicaba a hacerles la puñeta. La magia no existía en aquel mundo, sino que todo era tecnología disimulada. Cada uno de los cuatro señores vivía en sus plataformas orbitales desde las que observaban el planeta.
La aventura que comencé (porque no llegó a prolongarse después de aquel día), trataba de que uno de los malos, traía a alguien de otra dimensión (algo que no habían podido hacer hasta aquel entonces). Si aquel tío de otra dimensión moría en esta, se provocaba un cataclismo, y todo se iba al cuerno. ¿Por qué lo hacia?, pues porque era de los malos. En aquella época tampoco me preocupaba de dar una motivación excesiva a la gente.
El individuo en cuestión, era un chaval de la tierra contemporánea (vamos, que podía ser cualquiera de nosotros), aparecía en el aire, y se precipitaba contra uno de los lagos de ácido que había en aquel mundo (no se, aquello debía ser una especie de fijación, porque luego también use una especie de mar - foso de ácido en Daegon). Dos personas veían aquello, los personajes de Pedro y de Eduardo Gomez (que fueron los que jugaron). El tío antes de caer al lago, era cubierto por una especie de esfera luminosa, que lo transportaba hasta donde estaban los jugadores, metía a estos dos en su interior, y los teleportaba hasta la estación del “bueno” que les contaba que era lo que pasaba con aquel mundo (que era donde vivían ellos), y lo que sucedería si aquel tío moría.
Después de eso, los mandaba a una de las bases del malo que lo había traído en la superficie del planeta, desde donde podría devolverlo a su dimensión, porque el no podía hacerlo (sino no había modulo).
Pues nada, ahí partieron estos dos como guardaespaldas del otro pringado, sorteando a los tipos que enviaba el malo y esas cosas. La aventura acabo cuando uno de los otros malos secuestraba al chaval. No se porque, al final no continuamos aquello.

Años mas tarde (en el verano del noventa y dos para ser mas exactos), yo seguía con intención de crear un mundo propio, y cayó en mis manos el “Hijas de la noche”, un suplemento para RuneQuest, que describía una península, sus dioses y traía un par de aventuras.
Aquel verano hice mi segundo novenario en Fustiñana (había ido por primera vez a los catorce cuando me dio el reuma). Como ya me conocía el percal, aquella vez fui preparado, y me lleve un par de juegos para leerme (que no me leí), los libros del RuneQuest, y el hijas de la noche. Allí dibuje lo que sería el primer mapa de Daegon (por aquel entonces el mundo no tenia nombre, sino que era simplemente “el de hijas de la noche"), decidí que nombres tendrían los dioses, los nombres de las etnias de humanos de cada país, y poco mas.
El mapa era bastante cutre. Tal y como venía el mapa de Menetia (la península que describía el hijas de la noche), esta quedaba al sur. Hice una especie de triangulo irregular, con la punta apuntando hacia abajo, y en esa punta puse Menetia.
En el libro decía que había unos bárbaros, a los que llamaba los shem, que estaban al norte, así que justo encima de Menetia, hice un pequeño país que se llamaba Shemellom (en el recién inventado idioma de aquel mundo, tierra de los shem), por encima de ellos, el resto del continente se dividía en dos. A la derecha teníamos Trollellom (tierra de los trolls), a la izquierda teníamos Ky´Em´Bra (el cual, hasta un tiempo después no me di cuenta de que se podía leer como “que hembra”, algo totalmente casual), y en el medio, teníamos un mar interior, con una isla: el mar de Jorhg (nombre este dado por la isla). Finalmente, al norte estaban las Llanuras heladas con mas tipos primitivos.
Después de esto, había otros continentes menores. Al noroeste teníamos Sembia, donde vivían unos humanos primitivos, al sudoeste Shatterd, donde vivían los elfos bárbaros, al sudeste teníamos Japón (aunque en seguida me dijeron que le cambiase el nombre, y se acabó llamando Mashlan), al noreste estaba Kanyen, que era una especia de isla prisión, ahí coloque a los centauros (con los que nunca supe muy bien que hacer). Para acabar, al norte coloque otra isla en la que estaban los vikingos, y lo llame Northland (lo que os he comentado antes de los nombres en ingles. Ahora son sin mas, las tierras del norte, o Norotgard).
En Menetia puse un poco de todo (como venía en el suplemento), pero lo que tenía claro, era que mis elfos no se tenían que parecer a los elfos “clásicos”, ni mis enanos, ni mis trolls. ¿Por qué no hice unas razas nuevas?, pues porque no se me ocurrió en aquel momento, eso llegaría mas adelante.
Con respecto a la religión, en un principio decidí que habría solo un panteón de dioses, a los que cada cultura daría nombres distintos, así que puse las clásicas deidades (guerra, muerte, curación, etc…), y puse dos nombres al lado de cada una de ellas.
A cada etnia humana le di unos modificadores distintas para sus características. Como usaba RuneQuest, con sus suplemento de tierra de ninjas (Japón) y Vikingos (…) (que queréis que os diga, siempre me han encantado las historias de estas gentes, la mitología nórdica y la cultura oriental), y en ellas venían bonos raciales, me pareció injusto para los de los demás países. A raíz de esto, también hice modificaciones a las etnias de las razas no humanas para cada país.
Una vez con esto hecho (y tras regresar a Pamplona), me lance a arbitrar la primera aventura en aquel mundo mío. Con el tiempo ha cambiado mucho (muchísimo), tanto cultural como físicamente, pero aquello era un comienzo.

La primera aventura no me acuerdo quienes la jugaron. Se que estaba Fernando con un vikingo berserker, y que Josean tenía un enano, pero no me acuerdo de quienes eran el resto. Posiblemente Josemi y los Latasa. La aventura fue una de las del libro. Les contrataban para recuperar un anillo (o un colgante, no me acuerdo que era exactamente) en una historia muy inspirada en los tres mosqueteros (lo del anillo que se va dando la gente por ahí, y que al final tenían que ir a Inglaterra a buscarlo). En este caso, había una tía que lo había robado, y el hombre a quien se lo había regalado una mujer casada tenía que devolverlo al ser requerido por el marido de esta mujer.
Los jugadores tenían que asaltar la mansión de aquella mujer, y robarle lo que había robado.

En la segunda aventura que hice, ya salió un personaje que me gusto como había quedado. Hideko Nagoshi, una ninja que trabajaba para un clan yakuza que quería introducirse en Menetia. Los jugadores desbarataban la base de los yakuza, y al final Hideki escapaba. Se convirtió en mi primer villano recurrente, y creo que en el primero también redimido (pero eso sería mucho después).

En la cuarta aventura que hice, Cruella Bulen (que así creo que era como se llamaba la señora a la que los jugadores habían robado en la primera), descubría que habían sido ellos los que le robaron, y tras denunciarlos y amañar el juicio, los enviaron a Kanyen (cuando por un crimen de robo tendría que haberles caído una pena mucho menor).
En aquella ocasión estaban el enano de Josean (que creo que era el único superviviente del grupo inicial), Fernando con Maxtor el elfo (Fernando y los nombres de sus personajes nunca defraudaban), Josemi y Felix Latasa con su humanos primitivos, que tenían conversaciones sobre los conocimientos de la tribu en medio de las partidas (hablaban de termodinámica y esas cosas), y ya estaba por ahí Naranjo con Marcus Apolo (el mismo que sale en la novela), e Iñigo Zapata con Tosko el bárbaro.
En Kanyen, vieron por primera vez a los centauros (una raza que no se veía en el continente), y como “no sabían lo que eran aquellas criaturas”, Josemi los bautizó como “sirenas”. En aquella aventura ya comencé a desbarrar a gusto, y saque mi primera raza propia, los Jo´Na´Ryum. Para crearlos me basé en unos comics (bastante malos) en los que salía la bestia. Dibujaba Jae Lee.
Por ahí salían unos tipos mutados con unas armas raras, y algo parecido a petos de armadura doradas. Como casi todo lo que dibuja Jae Lee, el dibujo no estaba muy definido, la historia transcurría durante la noche, y como aquellos bichos eran negros, el contraste de una especie de bicho negro y la armadura dándoles forma me gustó. Yo les añadí unas alas, una historia racial, y les descubrí a los jugadores porque ningún prisionero escapaba de aquella isla. Los Jo´Na´Ryum se los llevaban a su dimensión para hacer cosas feas con ellos.
En aquella aventura, también comencé a introducir un alto factor tecnológico en aquel mundo, y mencioné por primera vez a los ailanu, a los que describí como una especie de ángeles caídos de la antigüedad.
La aventura finalizó con los jugadores transportados hasta la dimensión de los Jo´Na´Ryum, a la isla flotante de Ky´Lun´Tyr.
¿Lograrían sobrevivir?
Continuará…

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Tosko (no verificado)

Hace 19 años 2 meses

Enseguida me lo leo :)

Marta (no verificado)

Hace 19 años 2 meses

¡Así no vale!!!! ¡Tramposo!
Esto va por el que no lo ha leído. 'El Tosko barbaro'
;-P

Tosko (no verificado)

Hace 19 años 2 meses

¡Ahh que grandes recuerdos! Mi primer personaje de Daegon y mi primer... pero no adelantemos acontecimientos :)
Para todos aquellos a los que os suene raro "se los llevaban a su dimensión y hacían cosas feas con ellos", os diré que si, habéis acertado.